El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es uno de los diagnósticos neuropsiquiátricos más malinterpretados, tanto en el ámbito médico como en la sociedad. A lo largo de los años, múltiples mitos han circulado, generando confusión, estigmatización y retrasos en el diagnóstico y tratamiento adecuados. A continuación, desmontamos las creencias erróneas más comunes, contrastándolas con la evidencia científica.
🔴 Mito 1: “El TDAH no existe, es una excusa para el mal comportamiento”
✅ Realidad: El TDAH es un trastorno reconocido oficialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). Existen múltiples estudios en neuroimagen, genética y neuropsicología que demuestran diferencias estructurales y funcionales en el cerebro de personas con TDAH, especialmente en áreas vinculadas a la atención, la autorregulación y el control de impulsos.
🔴 Mito 2: “Solo afecta a los niños, los adultos lo superan”
✅ Realidad: Aunque el TDAH se manifiesta comúnmente en la infancia, al menos el 60-70% de los casos persisten en la adolescencia y la adultez. En adultos, los síntomas pueden cambiar de forma: la hiperactividad puede disminuir, pero la inatención, la impulsividad, la desorganización y las dificultades en la gestión emocional y del tiempo suelen mantenerse.
🔴 Mito 3: “El TDAH se debe a una mala educación o falta de disciplina”
✅ Realidad: El TDAH tiene un origen multifactorial: genético, neurológico y ambiental. Estudios con gemelos han mostrado una heredabilidad de hasta el 76%. No se debe a la paternidad “permisiva” ni a la ausencia de límites, aunque un entorno familiar hostil o desorganizado puede agravar los síntomas.
🔴 Mito 4: “Todos los niños con TDAH son hiperactivos”
✅ Realidad: Existen tres presentaciones del TDAH:
- Predominantemente inatento
- Predominantemente hiperactivo-impulsivo
- Combinado
Muchas personas, especialmente niñas y mujeres, presentan principalmente inatención sin hiperactividad visible, lo que puede llevar a diagnósticos erróneos o a pasar desapercibidas.
🔴 Mito 5: “El TDAH es consecuencia del consumo de azúcar o de videojuegos”
✅ Realidad: Aunque factores como el sueño, la dieta o el uso excesivo de pantallas pueden influir en el comportamiento, no causan TDAH. Este mito ha sido desacreditado por múltiples estudios. El TDAH es una condición neurobiológica, no una consecuencia del estilo de vida moderno, aunque este puede acentuar algunos síntomas.
🔴 Mito 6: “Los medicamentos para el TDAH son peligrosos y adictivos”
✅ Realidad: Los medicamentos como el metilfenidato y las anfetaminas, usados bajo supervisión médica, son seguros y eficaces. No generan adicción en personas con TDAH, y de hecho, reducen el riesgo de consumo problemático de sustancias en la adolescencia y adultez. Las principales organizaciones médicas del mundo avalan su uso cuando se combinan con intervención psicoeducativa.
🔴 Mito 7: “El TDAH no puede diagnosticarse porque no hay una prueba médica específica”
✅ Realidad: Aunque no existe una prueba de laboratorio única, el diagnóstico del TDAH se realiza mediante una evaluación clínica integral basada en entrevistas, cuestionarios validados y observación de síntomas persistentes en diferentes contextos. Esto es similar a otros trastornos mentales y del neurodesarrollo.
🔴 Mito 8: “Las personas con TDAH no pueden ser exitosas”
✅ Realidad: Muchas personas con TDAH tienen un gran potencial y pueden desarrollar carreras exitosas, especialmente cuando encuentran entornos que se adaptan a su forma de pensar y trabajar. Figuras como Simone Biles, Michael Phelps, Will Smith o Richard Branson han hablado abiertamente de su diagnóstico.
Conclusión
Romper con los mitos del TDAH es fundamental para reducir el estigma, mejorar el diagnóstico y fomentar una comprensión más compasiva y basada en la evidencia. Comprender el TDAH no solo ayuda a quienes lo viven, sino que permite construir una sociedad más inclusiva y eficiente.